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Historias de Taco Tico

15.12.91

Investigan fantasma que se aparece en Escazú

Publicada originalmente en abril de 1991

¿Puede un fantasma sentir hambre? Esta es una de las preguntas que se ha formulado un parapsicólogo de apellido Alvarado, que investiga el extraño caso del “fantasma hambriento” de la soda Taco Tico.

Desde hace más de tres meses, en la soda Taco Tico, ubicada en Escazú centro, sucede algo insólito: durante la madrugada, alguien llega y toma una porción de pollo frito de la que sobra del día anterior, la sirve en un plato, abre un refresco gaseoso, coge un vaso y pone dos servilletas a un lado.

Este hecho se repite casi todos los días. “Lo extraño es que cuando llegan a abrir el negocio por las mañanas, encuentran el pollo y el refresco servidos, sin que nadie los haya probado”, aseguró Alvarado.

Según el investigador, han descartado la posibilidad de que se trate de una broma, ya que el local queda muy bien cerrado durante las noches, “además es casi imposible tener una porción de pollo frito Taco Tico frente a uno, sin llegar a probarla.”

Según declaraciones de un anciano de 92 años, vecino de Escazú, donde actualmente está la soda Taco Tico, había hace muchos años una casa de adobes donde vivía un individuo que se la pasaba todo el día comiendo, y que falleció atragantado.

El parapsicólogo ha llegado a la conclusión de que podría tratarse del espíritu de un comilón, que tiene un enorme deseo de comer pollo Taco Tico, pero que no puede hacerlo, porque los fantasmas carecen de órganos digestivos.

En días pasados realizaron un experimento en el que colocaron una porción de pollo frito de otra marca, pero el supuesto fantasma ni siquiera la tocó. “Con esto se comprueba que aunque los fantasmas no pueden saborear los alimentos, sí los pueden oler”, puntualizó Alvarado.